Linterna Amarilla
Como todos ustedes seguramente sabrán, existen unos animales que parecen toros pero más chicos, flacos y feos, se llaman “gñu’s”; pa’ nombrecito… bueno, estas criaturas del señor, pululan por millones en las sabanas africanas, van de acá pa’llá en bola y por montón, sorteando un chorro de peligros: depredadores, hambre, sed, ríos y cuanta calamidad se les atraviesa, el éxito de su supervivencia es que son el wato, la manada representa seguridad, unos a otros se protegen y a pesar de morir por miles durante su perpetua migración cada temporada nace medio millón que repone las bajas. En síntesis, su existencia está garantizada.
Pues algo similar sucede con los narcos, los matan los cuerpos policíacos y militares, se aniquilan entre ellos, los encarcelan, les quitan su lana, sus armas y hasta el producto que con tanto esfuerzo sangre sudor y lágrimas consiguen, pero son tantos en número y especie (se incluyen empresarios, militares, pefepos, polis, políticos, curas y espurios) que erradicarlos es literalmente imposible, la seguridad de la manada en su máxima expresión.
El problema se agrava, (como todos los problema que el imbécil de los pinos tiende a empeorar), cuando se polariza también este importante estrato que forma ya parte inalienable de nuestra sociedad; lo que ha dado lugar a una matanza prolongada, brutal y constante que no tiene para cuando acabar, por el contario, cada vez está más cerca, antes estaba en las fronteras o en los estados “dominados por el narco”, pero ahora resulta que en la noche pusieron una manta cerca de mi jacal; xiales!
A pesar de que los cárteles sufren bajas continuas no hay datos que den la certeza que se está acabando el mal, por el contrario, da la impresión que la bestia toma y gana mayor poder, desafía al sistema e incluso lo ha sometido, humillado y aniquilado en no pocas ocasiones.
La sobrevivencia de las bandas que producen y trasiegan estupefacientes parece garantizada; da la impresión que por cada ejecutado surgen mil más, que las bandas secuestradoras se multiplican, que las autoridades e instituciones son cada vez más corruptas y que todo el sistema opera para mantener lo que según ellos combaten. La sociedad perpleja no tiene ni idea de que pasa en realidad.
Lo que si es una certeza es que este gobierno corrupto, por lo que es y por lo que representa no tiene ninguna oportunidad de acabar con este cáncer. Y cualquier gobierno que llegue al poder sea legítimo o no, tendrá heredado esta gran problema.
¿Será que la única solución es igual a la del aborto?
Veamos tres situaciones hipotéticas para entender nuestras escasas posibilidades:
PRIMERA: Si se sigue atacando con las fuerzas (corruptas) del estado a los narcos seguramente seguirá el baño de sangre.
SEGUNDA: Si el mandatario en turno (espurio o legítimo) sienta a los capos a una mesa de negociación para decirles que le bajen de yemas y ya no echen bala, sería cómplice de los narcos, por lo tanto esto es inviable.
La TERCERA opción y con mucho mayores probabilidades de éxito es “legalizar” el narco, si, como se oye, así como se hizo con el aborto, ni más ni menos, se pararían las muertes o por lo menos disminuirían, se le daría a la sociedad esa tranquilidad tan anhelada ante tanta “barbarie e inseguridad” y se crearía ipso facto una gran fuente de empleo. Pero esto suena difícil por el sometimiento del pelele ante Washington y por una sociedad mocha e hipócrita que pegaría el grito en el cielo: “Quéeeee?”.
Ya sabemos que el Espurio le debe el puesto a los gringos y a las transnacionales gabachas. De ahí que sea un perrito faldero y apocado ante el imperio.
Hasta el momento las bajas en esta región desde donde les escribo son mínimas, por obvias razones omitimos el nombre, hay narcomenudeo funcionando con total impunidad, abundan “las tienditas”, rentan locales en los que mantienen las cortinas metálicas a media altura y con lonas de plástico por donde nomás se asoman pa’ dar paso a los compradores, desfilan taxis, patrullas, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, polis y militares entran como en su casa.
Los distribuidores disfrutan su éxito, mientras no los apañen seguirán disfrutando de las mieles del dinero y del poder, la relación costo-riesgo es hasta el momento favorable al lado obscuro. Fidel Herrera, el de Veracruz, ya mostró lo corrupto, represor y cínico que es y seguirá siendo, existen rumores de que controla el mercado negro, la piratería y las tienditas en todo el estado, que ya pactó con los zetas y que va de a pechito administrando el negocio.
El problema nacional es de proporciones incalculables, realmente no sabemos quien manda en el país, pero todo apunta que al que más ignoran es al espurio. El pelele no sirve ya ni para dar reconocimientos, le niegan el saludo y le gritan espurio en pleno palacio nacional, todo esto bajo la risa burlona y estúpida de su secretaria de Educación. Por cierto, aprovecho para mandarle un MACROMEGASALUDO a Andrés Gómez y a Marco Virgilio, y un profundo agradecimiento por la enorme satisfacción de darle voz a nuestro grito: Espurio, si, este calificativo ya le dio la vuelta al mundo, muchas gracias.
Ayer llevé a un familiar a comprar unos lentes, mientras le mostraban las armazones llegó un joven preguntando por la doctora, dueña del negocio, salió una mujer joven, alta de estupenda figura, el joven la saludó y le empezó diciendo que la invitaba a ver la presentación de los nuevos modelos de autos Toyota, habría un rally virtual con simuladores y no se que tantas curiosidades más, la doctora lo interrumpió diciéndole que suspendía la compra de la camioneta que tenía planeada, iba a ser para su hijo, pero debido a la situación actual de inseguridad ya no realizarían la compra por miedo a un secuestro. Como podemos darnos cuenta no solo la recesión de EU detiene nuestro desarrollo económico, también la crisis de inseguridad vulnera nuestra economía. ¿Hasta donde se agudizará nuestra situación?. Las remesas caen, el crudo baja, la Bolsa en picada, la sangre se derrama, el gobierno reprime, el desempleo crece, la inflación aumenta, el dólar sube, los secuestros aumentan, el miedo se promueve, los paisanos son pateados de regreso…Etc. Etc. Etc.
El país entero es una tierra sin ley, o con ley pero la del más fuerte y mejor armado.
¿El enanito pelón de lentes quería el poder? ¿Los ratas de siempre que estarán pensando? ¿lo mantendrán en la silla? ya les costó una fortuna la caída de las acciones, ¿se la creerán que todo es por culpa de Wall street y que el gobierno corrupto nada tiene que ver en su cuantiosa pérdida y sus escasos resultados? Aún no logra imponer su reforma energética, ni lo logrará.
Todo apunta que antes de tiempo estrenaremos presi, a ver si no le aplican la ley Colosio o la ley Narco. Pero urge que quiten a este imbécil antes de que acabe con el país.
Seguimos lampareando
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