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sábado, diciembre 13, 2008

Venezuela: Manifiesto de la Corriente Marxista Revolucionaria

Venezuela: Manifiesto de la Corriente Marxista Revolucionaria
escrito por Corriente Marxista Revolucionaria - Venezuela
viernes, 12 de diciembre de 2008
Para vencer en la enmienda constitucional hay que expropiar a la burguesía
1. Las recientes elecciones regionales demostraron que la inmensa mayoría de la población está con la revolución y quiere avanzar hacia el socialismo, esto quedó demostrado con la recuperación de un
millón de votos con respecto al referéndum constitucional. Pero también
reflejaron lo que venimos diciendo desde hace un año: a una parte
importante de la población (dos millones de votos), que votó por el
socialismo en las elecciones presidenciales del año 2006, ya no se le
moverá con discursos sino con hechos. La abstención de un sector importante
del chavismo, fruto de su descontento hacia la burocracia, es una señal
de alarma que refleja el peligro de la extensión de la apatía e
incredulidad hacia la revolución entre un segmento de las
masas. Para combatir este peligro es necesario tomar medidas decisivas
contra el capitalismo, resolver los problemas acuciantes del pueblo,
como única forma de atraer esos votos que se quedaron en casa o que
prefirieron irse al parque.
2. La oposición esta
combinando todas las formas de lucha para aplastar al movimiento
revolucionario de las masas. Antes de las elecciones ya explicamos que
si la oposición ganaba gobernaciones y alcaldías sería para usarlas como
base para una ofensiva reaccionaria contra la revolución. En tan solo
pocos días hemos visto la confirmación de esta perspectiva y el ataque
contrarrevolucionario de bandas fascistas con apoyo de las policías
contra las misiones, casas del poder popular, médicos cubanos, consejos
comunales, CDI (uno de ellos quemado) y todas las demás conquistas
revolucionarias en aquellos lugares donde ha ganado la oligarquía.
3. Un nuevo período en la
revolución ha comenzado marcado por la agudización de la lucha entre
revolución y contrarrevolución, y al mismo tiempo por una mayor
polarización a izquierda y derecha dentro de las filas del movimiento
bolivariano, entre reformismo y revolución. La profunda crisis del
capitalismo mundial, que afectará enormemente a Venezuela, agudizará todas estas contradicciones.
4. Los desafíos a los que se enfrenta la Revolución Bolivariana son
grandes. Hoy más que nunca es necesario que los obreros, la juventud
revolucionaria, campesinos y dirigentes populares (las fuerzas vivas de
la sociedad) que luchamos a muerte por el triunfo de la revolución
bolivariana nos dotemos de un programa marxista, que nos permita pelear
efectivamente contra la burocracia y hacer del Partido Socialista Unido
de Venezuela y de su sección juvenil auténticas herramientas para
acabar con el capitalismo de una vez por todas, y comenzar la
edificación de una sociedad socialista.
5. Igualmente ha
comenzado el debate sobre la reelección presidencial. Los marxistas
participaremos en primera línea junto a las masas en el debate y la
campaña por la reelección del Comandante Chávez, con las ideas del
marxismo revolucionario y combatiendo a las ideas de los reformistas
como, por ejemplo, la economía mixta y la negativa a nacionalizar los medios de producción. Comprendemos lo que las masas también comprenden: ¡la importancia de que la burguesía no retorne a la silla presidencial!
6. La única forma de garantizar el triunfo de la enmienda sobre la
reelección presidencial es que, al mismo tiempo que se debate y se hace
campaña, se tomen medidas para acabar con el capitalismo. ¿Cuál es el
mejor medio de garantizar la reelección, recuperar los votos y luchar
contra el fascismo? Expropiar las
principales palancas de la economía que se encuentran en manos de los
capitalistas que las usan para organizar el fascismo, hablamos de la
gran industria, de los bancos y de los latifundios.
7. Los marxistas luchamos
por expropiar y arrancar de las manos de los capitalistas la gran
industria (y todas aquellas que estén infrautilizadas o en saboteo) y
los monopolios, inseparablemente unidos a la implantación del control
obrero de la producción ¡Qué lo trabajadores abran los libros de
cuentas de las empresas! La única forma de impedir que las
nacionalizaciones caigan en las manos de burócratas es por medio del
control obrero de la producción, es decir, Comités de Fábrica y
Consejos de Trabajadores. De esta manera se podrían poner las empresas
al 100% de su capacidad, sobre la base de un plan democrático de
producción, decidido por los propios trabajadores y el pueblo
organizado sobre la base de las necesidades de la mayoría. Así se
podrían decidir democráticamente las prioridades, los precios (ya no
los fijarían ni capitalistas ni burócratas sino los trabajadores y el
pueblo), se garantizaría el abastecimiento de artículos necesarios a
toda la población, se podría elaborar un plan masivo de construcción de
viviendas y de modernización de la infraestructura de todo el país, la
creación masiva de empleo, mejoras de las condiciones laborales, etc.
8. También combatimos por
la expropiación de los bancos bajo control de los trabajadores,
organizados en consejos de trabajadores y en coordinación con consejos
de usuarios. Sobre la base del control de los trabajadores y el pueblo
del sistema financiero se puede crear una misión social para dar
créditos baratos y con facilidades de pago a los pequeños comerciantes
(constantemente golpeados por el gran capital y arruinados), acabar con
la especulación de los bancos y garantizar que el dinero de los
trabajadores y de toda la población esté seguro. Ésta sería también la
mejor forma de ganarse a la clase media a las banderas de la
revolución. Por ejemplo, la contrarrevolución les dirá a los
comerciantes que la revolución y el comunismo le quitarán sus
propiedades, el
comerciante le dirá que ahora tiene mejores créditos y mejores
condiciones, que todos sus problemas están siendo resueltos. Así se
gana a la clase media, demostrándole que la clase obrera es capaz de
resolver sus problemas.
9. Para terminar con el
saboteo de los burgueses y terratenientes es necesario expropiar el
aparato agro productivo y los latifundios bajo el control de los
trabajadores del campo y campesinos, para así abaratar los precios de
los alimentos y abastecer a la población. Creando, también, comités de abastecimiento
popular donde participen delegados de los consejos comunales y de los
consejos de campesinos, que supervisen la distribución y venta de estos
productos para acabar con el saboteo de la contrarrevolución a través
del acaparamiento, la especulación, los intermediarios, etc.
10. La crisis económica
internacional del capitalismo tendrá repercusiones en Venezuela. La
caída del precio de las materias primas arrastra también los precios
del petróleo. En ese sentido tendrá un efecto en los presupuestos
nacionales, será cada vez más difícil cubrir con la renta petrolera la
histórica falta de insumos para el mercado interno venezolano debido a
la huelga de inversiones de la burguesía. El único modo que se puede
levantar la producción nacional, permitir un desarrollo endógeno, es
sobre la base de que la clase obrera se haga con el control de todas
las empresas del país y, conforme a un plan nacional democrático, cubra
las demandas de productos que necesita Venezuela.
11. La tarea fundamental
de la clase trabajadora venezolana es adueñarse del aparato productivo
del país, extender la toma y ocupación de fábricas, y demandar al
gobierno nacional su nacionalización bajo control obrero para
desarrollar una economía planificada. Esta es la tarea fundamental que
debería estar realizando ahora la UNT (Unión
Nacional de Trabajadores). Partiendo de las reivindicaciones
particulares de cada empresa y sector, que en este contexto entran en
contradicción con la propiedad capitalista de las empresas, la UNT debe
lanzar una campaña nacional de ocupación de fábricas como medida
efectiva para impulsar el socialismo en Venezuela.
12. Al mismo tiempo se
debe impulsar la organización sindical en todo el país. Se deben poner
los cimientos del estado obrero que tiene que sustituir al aparato del
estado burgués, a través del desarrollo de consejos de trabajadores en
todas las industrias del país, tanto públicas como privadas. Así se
puede establecer el control obrero de la producción. Estos consejos
deberían coordinar entre sí sobre la base de voceros elegibles y
revocables en cada momento.
13. La contrarrevolución
está intentando ganar a una parte de la oficialidad y de los generales
en el ejército. Hay que luchar contra los embriones fascistas en la
Fuerza Armada con la creación de Comités de Soldados con derecho a
elegir a sus mandos. Esto es un medio efectivo contra las
conspiraciones fascistas y golpistas. Se debería reconocer el legítimo
derecho de los soldados a unirse al Partido Socialista Unido de
Venezuela: sino los politiza la izquierda lo hará la derecha. La
inmensa mayoría de la base del ejército son hijos de trabajadores y
campesinos que no tienen intereses en común con la burguesía.
14. La oposición está
creando, financiando y organizando a las bandas fascistas como ya ha
hecho en Bolivia. Ya se ha puesto en marcha. El asesinato fascista de
los dirigentes obreros en Aragua es una seria advertencia a todo el
movimiento obrero. Debemos crear comités revolucionarios de
autodefensa. Esto se puede hacer a través de la creación de batallones
de la reserva en cada fábrica y centro de trabajo, vinculados a los
sindicatos revolucionarios, comités de fábricas, consejos de
trabajadores y a los soldados revolucionarios. Crear comités
revolucionarios de autodefensa en cada batallón del PSUV, fábrica,
aldea, pueblo, universidad, barrio, etc.
15. Con una economía
nacionalizada y planificada por el conjunto de los trabajadores y el
pueblo, se podría resolver el problema de la vivienda y la
modernización del país, terminando con el desempleo, salarios y
condiciones laborales dignas, con precios baratos de los alimentos y el
control sobre el sistema financiero y el crédito. Este programa es el
único que puede entusiasmar a la inmensa mayoría de la población a
luchar por la revolución, incluyendo a la clase media, y ganar de nuevo
a ese importante sector que se ha abstenido y que está descontento.
Sólo es posible volverlos a ganar mostrando sobre los hechos los
discursos. Acabar con el déficit de vivienda, con la inseguridad, con
el problema de la basura, de la inflación, de la especulación, etc.
solo es factible bajo una economía sin capitalistas y controlada por el
conjunto de la clase obrera y el pueblo.
Hacemos un llamado a todos los obreros, jóvenes revolucionarios,
campesinos y sectores populares a dotarnos de estas herramientas y de
este programa, el programa del marxismo para combatir al oportunismo,
al reformismo y al arribismo en las filas del movimiento bolivariano y
del PSUV. Tomando todas estas medidas no sólo se recuperarían los votos
perdidos en el referéndum constitucional sino que, incluso, sí
podríamos luchar por los diez millones de votos. Este es el único
programa que puede hacer realidad los más profundos deseos del pueblo,
así como sentar las bases de un Estado Obrero Socialista. Una Venezuela
socialista podría, a su vez, hacer un llamamiento a los trabajadores y
pueblos del mundo a que siguieran el ejemplo victorioso de la
Revolución Bolivariana.

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