Como con un repentino ataque de amnesia sufrido en Brasil, la Secretaria de Estado de EEUU dijo en Brasilia: "Nosotros no estamos involucrados en ninguna actividad con el objetivo de perjudicar a los venezolanos", al negar que su país haya tenido participación o influencia en la acusación hecha por la Audiencia Nacional española sobre la supuesta cooperación de Venezuela con la ETA y a las FARC.
Clinton agregó que tampoco está enterada de la acusación hecha por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien acusó a Washington de ser la fuente de las denuncias hechas en España.
De repente y para extrañeza de todos, dijo: "Esperamos (del gobierno Chávez) un nuevo comienzo, para restaurar la democracia, la libertad de prensa, la propiedad privada, la economía de mercado" y ya con los ojos extraviados recalcó: "nos preocupa la conducta del gobierno venezolano, a la que consideramos improductiva en lo que se refiere a la relación con sus vecinos".
Como guinda del postre mediático la señora Clinton, en una alusión aparente a los estrechos vínculos de Venezuela con Cuba, dijo que Estados Unidos desearía que el país andino "mirara más hacia el Sur, hacia Brasil, hacia Chile".
Algunos de los presentes, asombrados, comenzaron a solicitar un oftalmólogo para tratar "in situ" el ataque de miopía que le dio a la señora Hillary. Lo de la amnesia parece que es crónico
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