El Diario de la Gaviota (telenovela)
El Perfume de la Desvergüenza
Querido Diario:
Hoy tuve que quejarme con Quiquito.
--¡Esto es muy serio! ¡Pélame Quique!
Era muy de mañana. Quiquito se estaba quitando su mascarilla y se estaba preparando para ir a la oficina. Le toma como dos horas de estar maquillándose y arreglándose frente al espejo. Cuando esta enfrascado en eso casi no me pela.
--Espérate un momento, mujer, ¿no has visto las pincitas que uso para jalarme los pelos de la nariz?
--Si no me pelas no voy a decirte donde están.
--¡No seas malota! ¡Me tengo que ver di-vi-no! Voy a salir hoy frente a las cámaras de Taravisa. ¡Dame las pinzas!
--¡Nel!
Quiquito estaba a punto de hacer berrinche. Lo conozco bien.
--No hagas berrinche o se te corre el rimel—le advertí.
--Bien, ¿qué diablos quieres?
--Es que mis twitazos ya salieron a la luz.
--¿Y?
--¡Si serás pendejo! Los comunistas se van a agarrar de ellos para perjudicarte.
La sola idea de que alguien lo ataque pone a Quiquito todo nervioso. Enseguida prendio un cigarro. Por lo general el solo fuma cuando esta nervioso.
--¿Me van a atacar? ¿A mi? A ver, mujer, ¿pos que dijiste en esos twitazos? Y además, ¿por qué te andas metiendo al Internet? ¿No ves que esta lleno de comunistas?
--Estaba platicando con unas amigas. A veces me aburro aquí sola, Quique. Tú me prometiste que seria estrella de Joligud pero no he visto ni madres.
--Te voy a hacer la primera dama de México, ¿qué mas quieres? No evadas el tema, Gaviota. ¿Qué dijiste en los twitazos?
--Pos no mucho. Solo mencione que la gente no entiende que si les meten el pito con mas impuestos es por su bien. O que si los indígenas, sobretodo los de Atenco, en verdad quisieran salir de pericos perro se pondrían a trabajar.
--¿Y cual es la bronca entonces, Gaviota? Eso es algo que yo también lo creo.
--Si, pero la naquiza se alebresto y ya me andan balconeando en el Internet. Dicen que mis declaraciones son racistas y que como no hay chambas no pueden ponerse a trabajar.
--¿Y como carajos se supo que habías dicho eso?
--No se. Algún renegado hackeo mis tweets. ¿Crees que te va a perjudicar?
Quiquito se quedo pensando. Yo se muy bien que el pensar no le es muy dado y luego le da jaqueca. Finalmente Quiquito sacudió la cabeza.
--No se que decir. Mira, mujer, lo voy a consultar con don Charlie. A ver que nos sugiere. ¿Y mis pinzas?
El oir mencionar a don Charlie no me gusto. Verán, la verdad es que cada vez que visitamos a don Charlie este me ignora. En cuanto ve a Quiquito, sin embargo, se abrazan y hasta se dan un beso. Pero el pelón ni siquiera me echa un ojo y eso que se que estoy buenota. En fin, no me importa si hay algo más entre ellos dos. No soy tan pendeja de sacarlo a la luz y arriesgar perder el huesote que me tocaría en el 2012. Además de que no seria yo la primera mujer de la que se deshace Quiquito. Busque el numero y llamé en mi celular a la Chucky.
--¿Elbita? Habla la gaviota.
--Ah, hola hija. ¿Qué cuentas? ¿Cómo está mi ahijado?
--Quiquito esta bien. Pero yo tengo un problema.
Y procedí a explicarle mis sospechas de lo que había entre Quique y don Charlie y como mis tweets me habían puesto en riesgo de que súbitamente me muriera de epilepsia.
--Ah, Gaviotita, lo que tu necesitas es el perfume de la desvergüenza.
--¿Y eso que es?
--Me lo regalo el Lic. Satanás, ya vez que esta enamoradísimo de mi. Básicamente, te lo pones y todo el que este cerca de ti no puede mentir. Así, si don Charlie o Quiquito andan planeando darte epilepsia galopante no podrán ocultarlo. Ellos mismos te lo dirán.
Unos días después me llegó el paquete con el perfume. Me lo puse y lo fui a probar con la servidumbre.
--A ver, don Lupe—le dije al guarura que me tienen asignado, --llama a la limousine, quiero irme al shopping en Polanco.
--¡Vieja fodonga! ¿No ve que ya quede de verme con la Panchita para ir a follar?
El pobre hombre se tapo la boca después de decir eso y me vio con horror. Yo solo me reí. Era evidente que el perfume funcionaba. –No la hare de tos, Lupe. Manda llamar al chofer.
Fui y me puse guapa. Cuando el chofer me abrió la puerta no pudo evitar decir: --¡Mamacita! Si el Quiquito no la satisface yo le entro.
El infeliz chofer casi se meo de horror al darse cuenta de lo que había dicho. Me volví a reír. Me iba a tener que acostumbrar a esto.
Esa noche regresó Quiquito.
--¡Hola mi amor!
--¿Cómo estas Quique. Ven, acércate.
--¿Y ese perfume?
--Es nuevo. ¿Te gusta?
--Te ves rete secsi—dijo Quiquito. Luego comenzó a decir la verdad. --Pero, sabes, no estas tan buenota como yo.
La misma reacción de siempre. Quiquito me vio con horror y los ojos todos pelones. Era evidente que no podía mentirme o ocultarme algo.
--A ver, cuéntame mas, Quiquito. ¿Vistes a don Charlie?
--¡Que si lo vi! ¡Si ni fui a la chamba! ¡Me fui directo a su casa! ¡El pelón es insaciable! ¡Ha de usar viagra el cabrón! ¡Gaviota! ¿Por qué te estoy diciendo esto? ¡Dios mío!
--¿Hablaron de mi o de mis tweets?
--¡Si! Carlos quería saber si había historia de epilepsia en tu familia. Le dije que no pero que la evidencia medica se podía fabricar sin problema.
--Aja, sigue contándome Quiquito…
--Carlos esta muy preocupado por los tweets. No quiere que se siga hablando del asunto. Pagarle a la prensa no es problema. El problema es controlar el Internet. Los comunistas los andan difundiendo. Tus tweets me van a perjudicar. De eso no hay duda. Ya los vide. Y tú misma mencionas que solo afirmas lo que yo creo. La gente se va a encabronar mas conmigo.
--Entonces, ¿me va a dar epilepsia galopante?
--No se ha decidido. Carlos quería saber si convendría dejar que te casaras conmigo y luego luego darte chicharrón o si deberíamos de darte chicharrón antes.
--¿Y que decidieron?
--Si te damos chicharrón podría salir yo todo lloroso y al lado de tu ataúd, igual que salio Jelipe junto a féretro de su galleguito. Taravisa mostraría esa imagen mañana, tarde, y noche. Azcoarraga haría especiales sobre tu vida. Tu podrías ser la nueva Evita.
--¡Jijos de la chingada! ¡Me quieren asesinar tu y el chupacabras!
--No, Gaviota, al final decidimos que vamos a hacer la boda. Taravisa se encargara de televisarla en cadena nacional en horario triple A. Vamos a saturar aun mas los medios con nuestra imagen. Tal vez hasta venga el mismo papa a casarnos en catedral. Carlos piensa que eso nulificara el daño de tus tweets.
--Ah, es evidente que no le caigo bien a Charlie, ¿verdad?
--No, pos te considera su rival. Lo que mas quisiera él seria vestirse de novia y ser presentada ansina en catedral y casarse conmigo. Al fin que ya eso es legal en el DF. Es mas, hoy te iba a inventar que tengo gira de trabajo y me voy a ir a dormir con él.
--Bien, Quiquito, tu ve con él. Con tal de que me haga justicia la revolución y me den mi hueso no me importa. Pero eso si, ni se les ocurra a ti o a tu amante don Charlie inventarme epilepsia galopante cabrones— Acto seguido le mostré la pequeña grabadora que había tenido prendida mientras soltaba la sopa. –También tengo video, Quiquito, ansina que te me vas a andar derechito, ¿entiendes? Ahora apúrate Quiquito que don Charlie ya te ha de estar esperando. No lo hagas esperar.
Los tweets de la Gaviota:
-Enrique es una excelente persona y les guste o no aumentar impuestos es por el bien de México, dejen su egoísmo y recuerden: PRImero México.
-O sea sí el PRI fue corrupto y mentiroso pero ya supérenlo no sean resentidos. Carlos Salinas ha sido el mejor presidente de México me consta.
-No, los Zapatistas eran revoltosos que estaban poniendo en peligro la estabilidad de las empresas Salinas hizo bien en mandarles al Ejercito.
-Si estoy de acuerdo, Eva Perón fue una gran mujer a quien admiro mucho.
-Claro que Salinas no mató a Colosio, eso todo mundo lo sabe.
-Sean más serios no voy a decirles si Enrique usa pijama o mameluco, pregunten cosas bien y en serio.
-No me arrepiento de ser quine soy. Puedo decir con orgullo que mi casa es Televisa, que amo a Enrique y estoy con el PRI, es un orgullo.
-Debo decirles que en lo que si no estoy de acuerdo es en que el gobierno quiera quitar dinero a los actores y actrices para hacer películas.
-Además yo quiero hacer películas y eso sí afecta mi carrera.
-Por cierto si aún no han ido a la Plaza de las Estrellas a ver mi estrella qué esperan, vayan, estoy junto a un grande como Juan José Origel.
-O sea yo creo que si los indios quieren salir de donde están que se pongan a trabajar y dejen de estar de flojos o violentos como en Atenco.
-Enrique no se arrepiente nada por lo que pasó en Atenco, la verdad se lo merecían sólo perturban la paz de todos los que si queremos trabajar.
-Por eso dije que Salinas hizo bien cuando mando al ejercito a esos indios revoltosos, osea que se pongan a trabajar y amen a México también.
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