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miércoles, agosto 27, 2008

EL PLANTON CAPITULO 10






SABADO 5 DE AGOSTO.

Sale en los periódicos la carta de los intelectuales en rebeldía, dirigida al tribunal federal electoral del poder judicial de la federación:

“a la opinión publica.

Los abajo firmantes, miembros de la comunidad científica y cultural del país, deseamos, manifestarles nuestra preocupación porque se respete la decisión de la ciudadanía para elegir al próximo Presidente de México, ya que no hay mayor certeza de estabilidad para el candidato que finalmente resulte triunfador, que la seguridad de haber ganado legítimamente la elección. La cantidad de dudas que ha originado todo el proceso electoral nos hace pedir un recuento total de los votos, para que se logre la transparencia y claridad que requiere el país.

Atentamente.

Manuel Peimbert José Lugo Hubb Abigail toro espinosa Mónica Genis Chimal

Helena beristain Alexandra Jablonska Claudia Gaete Cecilia Piaggio Pasavanti

Sergio Fernández carmen Juárez Angélica de Icaza Salvador Mendoza Flores

Rene Drucker Colin Gustavo Garza Merodio muchas más firmas……..

Leroy se planto el objetivo de visitar todas las calles donde estuviera el plantón, a cada carpa tomarle una foto, la distancia a recorrer era desde el centro, hasta el periférico (O desde donde iniciaba del poniente de la ciudad al centro) Se le habían convertido esos planes en una obsesión. Hoy le toco recorrer del caballito, pasando por la alameda, a Madero y al centro ¿hay que ver que sucede? Va con Raúl, Flor, Tamara y su hijo. Llegan al lugar Después de dejar el coche en una solitaria calle, a una calle del caballito, el objeto piramidal multicolor que solo por su contorno parece un caballo, es símbolo de Reforma, cerca se coloco la carpa blanca de la delegación Benito Juárez, Leroy entabla conversación con el candidato a diputado por el PRD por la Benito Juárez, el único que fue derrotado como candidato a diputado, un hombre de ojos verdes, pelo rubio, ropa fina, le cuesta mucho trabajo codearse con esa gente, al platicar cuenta que le hicieron fraude, que impugno la elección en la misma casilla donde se impugno toda la elección, le invitan café y lo sientan entre otras personas, mirándose unos a otros, con desconfianza, amables, sonrientes las señoras son las primeras que lo interrogan, quieren saber su historia, luego de una platica les pregunta:

-¿Puedo venir y quedarme aquí?- espero una respuesta.

-Bueno… tiene que traer su carpa, porque aquí ya no cabemos, cada quien trae lo suyo, pero si se deciden a venir en la noche, en ese espacio pueden ponerla .Señala a un lugar el candidato derrotado.

-Bueno… el que quiere es mi hijo –contesta Leroy con la convicción de que jamás se quedaría allí.

-Pueden venir por la noche, serán muy bien recibidos- una señora de cerca de 60 años le contesta con una sonrisa encantadora.

-Esta bien, entonces luego vengo ¿también necesitan víveres?

-Si puede traiga cosas embotelladas o empaquetadas. No traigan verduras o frutas que se pueden descomponer, todo debe ser fresco.

-Tampoco se vale traer vino: otra viejita les sonríe.

Siguen su camino, después de un rato de caminar entre campamentos, de ser parte de ellos, les toma fotos, posan, le indican las mejore tomas:

-En la alameda esta pintando la novia de Marcelo- dice una emocionada señora.

-Visite la casa del terror, donde están los “mostros” más famosos del gobierno.

-Allá están las pinturas que rompieron los vándalos panazis.

-Adelante esta tocando el conjunto la resistencia.

-Tómele una foto a los militares.

-Allí donde están jugando ajedrez están tres pelones.

-Visite el museo del fraude.

El lugar tiene varios sitios que visitar, como cuando se va de vacaciones a un pueblo o ciudad famosa y en la secretaria de turismo le dan un folleto de los lugares que hay que ver. Pensando en esto, camina, sorpresivamente, llegan cantando a paso veloz un grupo de preparatorianos con consignas; “vamos al paro nacional” “educación para todos o para ninguno”, van acompañados de sus padres, son reprobados en el examen para entrar a la UNAM y el Politécnico, Leroy apura el paso pero ellos con su carreritas y pequeños mítines, caminan al mismo paso, cuando trata de pasarlos y caminar más aprisa, se da cuenta que a ese ritmo no puede captar toda la realidad, como cuando pasan rápidamente en el metro los anuncios de las estaciones y la gente, no puede tomar fotos, disminuye el caminar y así toma las fotos que más le gustan de lo que ve, mientras camina y camina, Tamara se tarda más haciendo acercamientos de cosas que otra persona dejaría pasar; el piso pintado, el niño de 4 años que grita vivas a AMLO, los adornos de papel de china que cuelgan ente los campamentos, los letreros de los manifestantes, apenas si tienen tiempo de hacerlo, hay que estar a las 19 horas en el centro, son tantas cosas; gente jugando ajedrez, disfrazada de péguele a Calderon, a Ugalde, fotografías con Martita, con Fox o Rayito de Esperanza, luchadores con AMLO, jugando en un ring ¡frente a la alameda!. En el monumento a Juárez unos militares pelones y chiquitos tratan de hacerse invisibles, como si no se dejaran ver, actúan como si no supiera que toda la gente los ve y los identifica porque son diferentes, jóvenes, chaparritos, con corte de pelo militar, pantalones vaqueros, camisa a cuadros, botas, en grupos de tres se detiene a ver cada lugar, camina los grupos de tres en tres, se desplazan lentamente, como las patas de una hormiga gigante que va pasando sobre los campamentos, y va poniendo sus patas entre los campamentos, cada conjunto es una pata, todo lo recorren, cada lugar, cada esquina, cada monumento, cada poste, cada tienda de campaña; las mantas, se mueven así por todo el plantón, la gente los conoce y reconoce, nunca se detienen a platicar con ellos; ni con las sirvientas que si hacen los galanes urbanos de la capital, se les acercan a las sirvientas y rápidamente se ponen de acuerdo a que juegos subirse; la rueda d la fortuna, el pulpo, los cochecitos chocones, los caballitos, Los militares no hacen eso, pero tratan de imitarlos sin conseguirlo. Ellos no hacen amistad con alguien, ni pregunta nada. A lo largo de toda la calle se les ve, en los monumentos revolucionarios; el palacio de bellas artes vestido de renegado, rodeado de mantas, los Ángeles con consignas revolucionarias, voto por voto casilla por casilla, allí están.

Madero es un tianguis, hay gente acampando y muchos lugares donde se vende algo, una señora enseña a algunos niños a hacer alebrijes de papel y como pintarlos, allí mismo los venden, los nombres que le ponen a cada objeto son obvios, otra enseña como pintar figuras de cerámica con la figura de la caricatura de AMLO, la imagen que la Chaneca diseño, esta siendo reproducida en todo tipo de material. Adelante una persona en una esquina, arenga a un grupo de cómo 20. en otro lugar unos hacen figuras con el cuerpo, bailan y danzan y se avientan patadas, parecen brasileños, estiran lo pies y parecen que se van a dar una patada pero no; solo están a ritmo con la samba, adelante hay un lugar donde se esta afiliando gente ¿a que? se vende discos, películas, figuras para ponerse en la solapa, pulseras, ropa, todo ofrece y se demanda, la gente ofrece también para sobrevivir, café chiapaneco, tamales oaxaqueños, frutas veracruzanas, ropa de Texcoco, ollas de Puebla, barro de Oaxaca, plásticos de Guanajuato, juguetes eléctricos chinos, que nada tiene que ver con el plantón, el chiste era vender algo. Los niños están jugando ajedrez, todos en su papel, la lluvia se inicia, estancan el final de madero, así que circulan más que por el portal, en un lugar esta un rayo de esperanza, vestido de amarillo, sentado en una banqueta de una joyería, Raúl le toma una foto y el cansado, solo alcanza a hacer la señal de la v, un saludo amistoso de Raúl con el fugar y continúan llega a esquina y cruza corriendo hasta el portal del edificio del gobierno del .d.f., en una esquina venden plásticos amarillos compran varios, allí leroy escucha un dialoga y con lo metiche que es:

-Hay porque llueve tanto –molesta reclama Gloria.

-Vanos a preguntar a esos policías donde esta el centro- dice con tono norteño el joven.

--perdone donde esta el centro –le toca en un hombro a una mujer policía con cara de molesta.

-No se, permítame- ¿por donde se fue?

-dicen que vayamos a la zona 3. Dice otra policía.

Gloria se desespera, hace esto de ¿Por qué no me hace caso? Las policías no le hacen caso:

-¿De donde son? ¿Están en el plantón? –pregunta Leroy como una manera de iniciar una platica.

-Somos de ensenada- sonríe a leroy y Raúl. A flor la mira y no la saluda.

-Hola el es mi hijo

-Hola, extiende la mano.

-ella es flor.

-hola.

-ella es Tamara.

-hola extiende la mano.

-porque llueve tanto aquí, así es todo el día, en Ensenada no llueve nunca, y aquí todo el tiempo esta así ¿Son chilangos?

-Ja, ja que tiene que seamos chilangos Como te llamas ¿Gloria? Bueno ¿estás en el plantón?

-Claro, que si, nomás que termine la lluvia te enseñó mi tienda de campaña, también esta mi hermana y mi prima, yo estudio medicina.

Así se inicia un amistad, ella cristalina, franca, el joven oportunista estaba tratando de tener algo con ella, van a su campamento y luego van a la conferencia de las siete, con luz natural, cerca del templete, allí esperan la llegada de AMLO mientras espera un señor, de mediana edad, aspecto obrero urbano, se para adelante, lo saluda, pregunta si llegar pronto:

-Hola yo soy trabajador de una lavandería de ropa, el patrón me tiene frito, trabajo desde las 6 hasta las 20 horas, y me paga una miseria, la lavandería esta en la condesa, pero tiene otra en la napoles, por eso esto aquí, para que ya me jubilen, mire yo no tengo miedo a morir. Contesta convencido el obrero.

-Si a mí me pasa lo mismo .menciono esto un anciano – yo ya me llevo la bruja- Ja. ja., enseña los dientes carcomidos- así que no tengo miedo de estar aquí, si nos van matara aquí esta mi corazón en forma teatral se abre la chamarra ante el asombro de Leroy y el obrero.

-Si “yo ya esto arto de que se burlen de mi. Con eso lo dijo todo.

-Si hay que hacer algo.

Llegan los preparatorianos con su música, sus cantos alegres, jóvenes: ¡vamos al paro nacional! Gritan la gente les aplaude. Hay que esperar a AMLO para ver que dice.

DOMINGO 6 DE AGOSTO.

Por la tarde, había un esplendoroso sol que ligeramente rebasaba el cenit y no se cansaba de calentar las calles, a la gente la hacia sudar, el pavimento hervía cuando algún persona dejaba caer accidentalmente algún liquido, caminaban Leroy y Tamara por la esquina sur poniente hacia la plancha del zócalo, buscaron la entrada, la única forma que había de circular era por el caminito que hacían los campamentos y entre los puestos de vendedores de mercancía rebelde, que daba a la salida del metro, todo lo demás estaba cercado, se podía entrar por 8 puntos: las cuatro esquinas y los dos corredores que daban de un lado a otro y se cruzaban en el centro de la plaza. Después de sentirse ratón, al caminar por entre los pasillos, donde se vendía discos, banderitas, souvenir, gorras, sellos, playeras pintadas, juegos, películas, los objetos mas ingeniosos allí estaban, que luego era objeto de curiosidad en las casas en donde se intercambiaban los que no se tenía, era objeto de culto todo lo existente, no se espantaba la gente con lo que veía, proclamas comunistas, acelerados pidiendo levantarse en armas ya, pacifistas narrando sus argumentos. Sobre el plafón estaban unas señoritas muy jóvenes, como de 15 años, vestidas con ropa tradicional de Oaxaca, falda multicolor a rayas hasta el pie, con huaraches, trenzas, blusa roja, con una piña amarilla con su copete verde colocada en la cabeza, bailaban haciendo equilibrio sin que se les resbalara, tenían las manos extendidas a cada lado de su piernas para demostrar su destreza, cerca de 40 niñitas sonreían a la multitud con la cabeza bien erguida, le daban al plantón lo que faltaba, lo el pueblo visto por todos, casi nadie había visto la Guelaguetza en vivo, tenían al publico extasiado, gozoso, era un placer ver como todas las bailarinas se movían al mismo ritmo de música de marimba, daban vueltas de 360 grados, se cruzaban entre ellas haciendo el zapateado, se separaban en dos filas, en cuatro, hacían rueditas, para rematar finalmente en una solo fila a lo largo de la tarima, un grupo sobre el tablado, la sonrisa que tenían al bailar demostraba que estaban gozando estar allí, frente a esa multitud desconocida, habían viajado desde muy lejos, para llegar a bailar, tenía tres días preparando su presentación, y tenían cerca de 10 años de estar bailando juntas, en la escuela de danza tradicional, eran expertas a la gente le trasmitía esa belleza que daban a su bailar, magia y nostalgia por la tierra olvidada a la que no se había regresado, estaba allí, la gente les aplaudía con fervor, era la gente capitalina relajienta, gritona, aplaudidora, desinhibida, ellas con su sonrisa juvenil mostraban sus blanquísimos dientes. Al final llegaron hasta el final del templete y aventaron las piñas con las que bailaban.

Así se toca la guelaguetza.

LUNES 7 DE AGOSTO.

Fue al centro, llovió, visita a las amigas de Ensenada, después llueve mucho, mientras platica con el que se identifica como representante del PRD en Gto, escucha el mitin de AMLO. Para esta gente las palabras cobraban una nueva dimensión, palabras como democracia, cultura, política, partidos, sindicatos, medios, policías, granaderos periódicos, revistas, mencionaban este cambio, supieran o no supieran que se estaba dado, las palabras en ellos sonaban frescas, sencillas, cada palabra tenia un nuevo significado, solo conocido si asistía allí, a ese lugar, se podía aprenden el nuevo significado de las palabras.

MARTES 8 DE AGOSTO DE 2006

Ya no se sabe cuales serán los resultados, por lo menos la gente que están con AMLO tienen alguna esperanza, algo inútil desde el punto de vista de los calderonistas, el jefe de campaña Mouriño trabaja en la obscuridad, se entrevista con Dick Morris el gringo que enseñó a los gringos como se hace una campaña sucia, aquí es cosa del pasado, ellos dicen que ganaron y van a tomar el poder.

El tiempo pasa, ya es rutina el plantón, todo se sabe del mismo, casi la mayor parte de la ciudad participa, circulando por las calles donde se encuentran las carpas, con ventas, música gratis, los músicos de toda la ciudad, los que entraban a la cantina a cantar boleros, se habían metido allí y cantaban alegres en varias carpas, en otras había salsa, mambo, danzones, mariachis, árabe con bailarinas gordas moviendo la panza, rock, todos los géneros había allí, las ventas eran grandes ofertas, la gente de provincia llevo mercancías que eran el deleite de la gente, todo era autóctono, bordado a mano, cientos de horas invertidas para ser vendidas a esos precios, los letreros lo decían todo; a 50 pesos todas la faldas, pantalones 40, rebozos a 20, bolsas de palma bordadas a 100, macetas a 50, canastas a 80, películas a 20, canciones desde 10 los más desgastados, los nuevos a 50, los libros de 10 a 50 pesos, los souvenir a 10 pesos. La gente iba a ver como si estuviera en la feria, los niños eran los más beneficiados ya que había muchos juegos a precios de oferta, caballitos a peso, carritos a 5 pesos, aviones que se mueven a 2 pesos, tírele al payaso (con mascara de Ugalde o Fox o Calderón, torneos de ajedrez, presentación de pinturas, fotos gigantes de las manifestaciones realizadas, a 100 pesos, camisetas, gorros, pantalones. La feria estaba allí y muchos militares disfrazados, pero visibles como solo ellos podían ser, cuatro o 5 personas juntas como viendo a la gente en los partidos de ajedrez, el tírele al payaso, muy fija la mirada en los tiros, ligeras sonrisas, sin participar con la demás gente, solo entre ellos, como si no superan español, todos con el pelo corto, con un copete al frente, a los lados bien rasurados. Era mejor alejarse de ellos, también se podía fotografiar sin que les importara estar allí, todos sabían que eran ellos, los dejaba caminar, ellos circulaban entre las carpas, por las calles vagaban y quizás al final de la noche ir a dar un informe a alguna autoridad.

El tiempo pasa.

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